viernes, 1 de junio de 2007

Generando confianza?

Alpa Perú Andino, una de mis redes favoritas, casi sepulta mis ánimos de continuar con esta labor de articulación. Llevamos 9 meses de trabajo con este grupo de artesanos dedicados al tejido en telar y ya entrando a la última etapa del trabajo, el grupo me sale con unos problemas que, en verdad, ya no me provoca afrontar: Antiguos conflictos familiares que afloran, peleas entre socios, calumnias, recelos, egoismo, oportunismo.. muy alentador para mi.
Escribo un poco con el hígado ahora. No entiendo como la gente puede ser así y no se a qué o a quién echarle la culpa: Es mi poco conocimiento de la forma de pensar de la gente del campo? Es el quechua? Es un tema relacionado a la falta de educación? Es la mala costumbre generada por los proyectos asistencialistas? Es una limitación metodológica? Debe ser un poco de todo.
Alpa Perú Andino produce chalinas y chales con lanas de alpaca de primera calidad. Tienen un producto muy diferenciado, el de mayor aceptación en el mercado de entre todos los productos de todas nuestras redes de artesanía. Son los que más ingresos han generado con las actividades de articulación comercial en las que se les ha apoyado: Participación en ferias, articulación con locales comerciales, contactos con clientes. Son un grupo que parecía tener mucho potencial, pero que finalmente nos demuestra que si no hay confianza entre las personas, de nada sirven los emprendimientos asociativos.
En septiembre del año pasado, al inicio del proceso de articulación, viajé con este y otros tres grupos a Puno. Fuimos a ver un centro artesanal allá y de paso paseamos en bote por el Titicaca. En octubre, viajamos a Lima para participar en un feria, el "Peruvian Gift Show", organizada por PROMPEX en el museo de la Nación. En noviembre y diciembre, buscamos un capacitador que les enseñe a hacer un tipo de tejido en telar que no conocían y que ahora dominan. En enero y febrero, el grupo se capacitó en diseño y desarrollo de productos. En marzo empezamos a planificar el proyecto piloto del grupo, el cual consistiría en construir un taller en el cual pudiesen mejorar los procesos y la calidad de su producción. Todo parecía ir bien, un buen grupo, buenos productos, muchas expectativas, muchas ganas de apoyar y sacar adelante a esta red.
Llegó abril, y cuando parecía que todo iba bien, que el grupo estaba de acuerdo con construir el local, los primero indicios de recelo y egoísmo empezaron a asomar. El problema nace por la ubicación del local: En un principio el acuerdo de la red era que este se construya en la casa del líder, en donde los socios solían reunirse y tejer. Todos estaban de acuerdo y fundamentaban la necesidad de contar con un espacio adecuado para realizar la producción. De pronto, ya con el diseño del local y el proyecto presentados al fondo de cofinanciamiento del programa, nacen las dudas y los conflictos dentro del grupo. La construcción del taller se postergó por un mes y finalmente se decidió iniciar las obras al no existir otra posibilidad de ubicación.
El taller está casi terminado, el grupo debería retomar las actividades de diseño y tejido de prendas; sin embargo, a pesar de contar con un espacio adecuado para el tejido, con un contrato de cesión de uso por cinco años del local, con materiales, y con posibilidades de venta, llegamos a la parte más crítica del proceso, la cual podría significar el fin del trabajo con Alpa Perú Andino. No se si son solo los celos hacia el dueño de la casa. Al parecer, viejos conflictos familiares entre los socios han sido un factor importante para la desunión. Nos queda algún tiempo para decidir que hacer. En estos días debo viajar a Sicuani a enfrentar el conflicto, felizmente me apoyarán en esto los antropólogos con quienes trabajo en el proyecto. Ojalá se solucione esto, sería lo más conveniente para todos. Estoy bastante preocupado, pero sobre todo, super decepcionado. Nuevamente, me cansé.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Todo cambio trae recelo y desconfianza, sobre todo en un país donde la criollada, el abuso de poder y el egoismo tienen raíces ancestrales y, por ende, muy profundas.

Pienso que la solución a este problema pasa por la paciencia y la perseverancia, así como por la demostración a través de casos de éxito cerca nos.

La metodología en la articulaciòn de redes debe enriquecerse a través de la experiencia, por ello es muy importante seguir adelante, como el cartero (llueva, truene o relampaguee...).

Hago votos porque los problemas actuales se superen. La causa vale la pena el intento.

¡Adelante! RR

Darío Rubio dijo...

Es claro que el impacto de la occidentalización de otra cultura puede traer como consecuencia que salgan a flote viejos problemas que ya estaban arraigados de por si en la propia cultura. Sin embargo, felicito las intenciones de insertar a un mundo económico cada vez más globalizado y capitalista, tratando de no perder las raíces de la maravillosa sociedad que implica la cultura andina. Suerte Kuto!