miércoles, 2 de mayo de 2007

De La Santita a Calimero


El Ángulo 13 era un pequeño bar ubicado en la calle Carmen Bajo de San Blas. Desde mis primeras noches en Cusco, el Ángulo fue mi lugar de distracción. Me unían a este sitio la cercanía (a dos cuadras de mi casa) y los años de conocer a sus dueños, Alonso y Mariano, viejos amigos sanbartolinos. El Ángulo presentaba músicos cada noche: Folklore argentino con Aguaribay, El Nacho de Chile, pachanga con los Caxa de Cajamarca, reggae con la Santita..
La Santita estaba formada por el Che en la guitarra y voz, el lobo en el bajo y Cheyeta en la percusión. Después de algunas tocadas, La Santita original se separó. Dos de sus miembros partieron, quedándose en el Cusco mi amigo Cheyeta, con quien empecé a tocar algunos meses después en una nueva versión de la banda. Una tarde de festival sanbleño, unas cervezas y una antigua amiga de Cheyeta, Vanessa, le dieron al grupo nuevo bajista. Apareció en el Cusco el buen Fabricio, amigo y músico francés que de paso por la ciudad decidió quedarse en ella.
La Santita volvió a las tocadas con su nueva formación: Cheyeta en la percusión, Fabricio en el bajo, yo en la guitarra y voz. Después de algunas tocadas se unió al grupo el Fede, buen guitarrista argentino, viajero y buen amigo afincado en la ciudad. Tocamos por dos meses con esta formación hasta que nos separamos. Cheyeta viajó, Fabricio viajó.. La Santita nuevamente se separó.
Ya este año, en enero, a la vuelta de Fabricio, nos salieron nuevas oportunidades para tocar. Con Wilber en el Djembé y André en la batería empezó otra etapa del grupo, con nuevos miembros y nuevos nombres: Chaska Reggae, Rupdemerd, Calimero, Calimero y los parasimpático. Este último se mantiene hasta ahora.
Tocar me sirvió mucho para pasarla bien en el Cusco. He podido conocer mucha gente gracias a ello y he podido tener un plan alternativo al clásico levanto-nolevanto ambiente discotequero-brichero cusqueño. Recuerdo a todos los que han pasado por el grupo y me alegro de que hayamos compartido aunque sea una noche de tocar. Pasaron muchas personas, desde La Santita original hasta Calimero y los parasimpáticos en su formación actual: El Che, el lobo y Perico; Cheyeta, Fabricio, Federico y yo; Claudio en la guitarra hasta su partida del Cusco; Tomás de Colombia y el carnal Efraín en las percus; Roni, una israelita que intentó tocar la percusión; el Chato, de la selva su quenacho; el francés Lucas y su melódica, León del Ecuador y el hip hop viajero; ras Francois el francés, émulo de Marley; André del Cusco en la batería; Wilber y Ernesto de Lima, y Sebastían de Rosario en las percusiones; Jeremy de Paris en la melódica; finalmente, Alonso de Lima en el cajón. Por ahí me olvido de alguien. Seguro seguiremos tocando un tiempo, luego nos separaremos, se integrarán nuevos miembros y se irán otros. Todo es así en esta ciudad, nada es estable.. "la gente viene, la gente se va.. por la frontera".

2 comentarios:

Anónimo dijo...

hola, bacán, con el tío cheyeta, que es mi pata, la pasamos bacán en el cusco.
saludos

Anónimo dijo...

yo fui a ese concierto en 7 angelitos, fue geniaal